No he elegido que se me revuelva el estómago cada vez que hablan de ti, ni que cada suspiro que doy sea por y para ti. No he elegido tampoco los cabreos, los abrazos, ni los besos, ni desear besarte cada segundo de mi vida. No he elegido necesitar tus abrazos, ni echar de menos tus locuras y cada momento contigo. Pero también quiero que sepas algo, si pudiese haberlo elegido, te hubiese elegido a ti, que no te quepa la menor duda...
Tengo dos manos para agarrarte, abrazarte fuertemente y tocar todas y cada una de las partes de tu cuerpo. Tengo dos oídos para escucharte, oír salír de tu boca míles de preciosas palabras que hacen que mi respiración se corte ala vez que mi corazón se para y otras tantas tonterías que hacen que tenga una sonrísa todos los día en la cara. Tengo dos ojos para poder apreciar lo que tengo delante, ver la belleza en persona, esa belleza que los demas no pueden ver y yo si, ver como solo tu tan solo tienes ojos para mi, una chíca tan simpre y con tantos defectos teniendo otras muchas en las que elejír. Tengo dos piernas para seguír cada uno de los pasos a tu lado, todos esos paseos por la playa en los que lo único que nos importaba era que la luna estuviese de foco. Las mismas que me ayudan a ir a el ritmo que me marcas y poder seguír hacia adelante por muchas piedras que me aparezcan en el camino, que aunque me tropiece hagan que me pueda levantar. Siento decir que solo tengo un corazón, tendria dos de no ser que telo regalé a ti y te apropiaste de el.
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