Es difícil sobrevivir sólo con una sonrisa. Buscar la razón para ser feliz cada día. Piensa que mañana puede pasar cualquier cosa. Respira bien hondo y déjate sorprender por la vida y sus oportunidades, ¿quién sabe dónde estarás dentro de unas horas? En la cima de una montaña, nadando para alcanzar el horizonte, cruzando una mirada que te llene, saltando alto intentando alcanzar el cielo…
Creo que estás muy equivocado, sólo estoy tumbada en el jardín, espiando a las rosas, sustituyendo el olor de tu piel por el frescor del césped, no espero que tú vengas aquí conmigo y te tumbes a mi lado. Pero, si estuvieras aquí, ¿lo harías? Podríamos pasarnos horas hablando, me gustaría saber cuáles son tus esperanzas, cuáles son tus sueños, y que me lleves al sitio donde los guardas. Y poder hacerte sonreir como nadie convirtiendo uno de tus sueños en realidad, y que sustituyas otro de ellos por el deseo de estar conmigo.
No espero nada, sólo estoy perdiendo el tiempo… Dejé de buscar tu mirada perdida entre la gente hace ya tiempo, cuando supe que no te habías perdido, sólo te habías olvidado de este sentimiento antes lleno de esperanza. Y ahora mi mirada está abierta a cualquiera… cualquiera puede convertirse en alguien. Alguien puede entrar de lleno en mi vida, y ocupar mi corazón. No sé lo es que es el amor, no sé lo que es la vida, estoy dejando que el amor me encuentre, estoy dejando que la vida me llene. Cada segundo que pasa es único, irrepetible pero, a veces, tan lleno de soledad…
¿Alguna vez has sentido que lo único que importa es el siguiente momento de adrenalina? Acabas buscando algo que no termina de existir, la eterna felicidad, sin darte cuenta de que hay un espacio que se queda vacío cuando el amor se va.
Qué fácil es perder a alguien, con qué facilidad se nos escapa de las manos, con qué facilidad el corazón luego queda destrozado, y que difícil no sentir que el corazón se te escapa cuando lo qué más quieres se marcha. Puedes empeñarte en agarrarlo, sujetarlo con todas tus fuerzas pero, si se tiene que ir, se irá. Y el corazón queda destrozado… Te he estado esperando demasiado tiempo, pero en cuanto apareciste pensé, ¿acaso un ángel me está sonriendo? En cuanto me acostaba mil pensamientos recorrían mi mente y pensé que el amor estaba muerto pero me reviviste, al fin y al cabo tú me puedes ofrecer amor y afecto tanto si estoy bien como mal. Sinceramente, no creo que encuentre las palabras adecuadas para describir el dolor de mi mirada reflejada en tus ojos. El dolor acumulado después de tanto tiempo… pero por fin estás aquí. Ya no habrá más excusas; más llamadas vacías; más esperar una respuesta, una mirada, un abrazo, un reencuentro... Ya no tendré que recordar nuestras miradas congeladas en el tiempo. Estás aquí, si, por fin estás aquí… y a partir de ahora solo habrá amor. Amor, y después aún más amor.
“Vamos, lo que sea será, soy fuerte. Brillo por mi propia luz, losé. Creo en mí. No debería esperar por nada, ni por nadie. No debería esperar momentos de felicidad, debería salir ahí afuera, buscarlos, perseguirlos y atraparlos. Sí, eso haré. Aunque, en este caso, será diferente. Serás tú el que me tendrá que lograr atrapar a mí. Vamos, ven, juntos podremos alcanzar la felicidad en estado puro. Y si no, no pasa nada. Mira que no hay gente por conocer en el mundo, historias que compartir, besos que saborear, y gente dulce. Gente amable, ociosa, divertida, tímida, sin complejos, sin miedos, respetuosos. Simplemente gente. Y, entre todos ellos, una persona dulce, una persona que resaltará entre los demás, que encajará a la perfección conmigo, como si de un todo se tratase. Amor verdadero. Qué bien suena. Pero no hay prisa, no. Yo mientras seguiré volcada en mi ardua tarea: La búsqueda de la felicidad.Aunque una cosa está clara, la felicidad en estado puro no se encuentra en el mismo bar de siempre, con la misma gente de siempre y las conversaciones monótonas de a diario. La felicidad en estado puro, la realización como persona y el sentimiento de saber con toda certeza que estás saboreando la vida se encuentra en momentos irrepetibles; en un día a día intenso. La felicidad se trata de amanecer emocionado y radiante, sin saber las sorpresas que te deparará la vida esta vez, y anochecer sintiéndose pleno, pensando que la felicidad ha estado en la misma calle que tú, y que has mantenido una conversación con las sonrisas; se encuentra en planes fuera de lo común, en cosas nuevas, en sueños por realizar y en un presente dulce y lleno de nuevas experiencias.
Y esto, señores, es lo único que yo perseguiré eternamente, lo único que merecerá la pena esperar y seguir. Y no me importa todo el sufrimiento que haya por el camino, ni las piedras que encontraré ni los tropezones, ni las caídas… al final, la recompensa será dulce. Ya casi puedo saborearla ”.