Es un ser humano como cualquier otro. Que siempre responde ante todo tipo de circunstancia de la vida de diferentes formas, algunas veces agachando la cabeza, otras poniéndole el pecho a la bala. Pero siempre esta presente. Al ser un ser humano de carne y hueso, adquiere una gran potencia del saber manejar muy bien sus intereses. Requiere gran poder a la hora de conquistar y eso la juega a favor muchas veces. Tiene un poder de seducción extremadamente mayor que el hombre, que con tan solo un movimiento de pelo o una simple mirada muchos hombres pueden caer rendidos a sus pies. Pero también esta la mujer sensible, la que le cuesta muchísimo entregarse y mostrarse ante los demás por el simple hecho de que no sea respetada por la sociedad. Somos fácilmente lastimadas por causa de amores y es ahí cuando desmotramos esa transparencia de que cuando queremos damos todo y sin pensar que un día todo ese amor se lo puede llevar el viento. Somos muy fáciles de manejar cuando estamos plenamente enamoradas, porque nos mostramos ciegas y sumamente bobas a nuestro hombre. Y eso si que nos juega en contra, aveces me gustaría que nos dieran un poco más de dureza y maldad. Como lo tienen ellos que son muy duros frente a las relaciones amorosas. Pero no lo es así. Y no quiero poner en papel de victima a la mujer, pero siempre somos las que salimos lastimadas.
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